Hoy cumpliendo los 61, un año de mucho movimiento y cambios, con sus momentos de incertidumbre y aún en ellos con la certeza de que el camino era el escogido. Hoy celebro porque estando con una bota en un pie y tomando calmantes por un dolor de muela, estoy viva, muy viva sintiendo cada emoción, bien de alegría o de tristeza, como la que me causa mi país, Venezuela.
Hoy no es un día para celebrar en grande como quizás fueron mis cumpleaños anteriores, no por estar lejos de los míos porque aun en la distancia estamos siempre muy cerca, sino porque ante tanto dolor en Venezuela lo único que puedo hacer es solidarizarme con ella, en medio de este parto traumático y doloroso en que se ha convertido el renacer de la Democracia.
Y es un parto traumático porque solo puja una parte de la población, esa que se enfrenta cuerpo a cuerpo con los agresores, la que reta, la que exige, la que está clara en sus derechos, porque la otra parte sufre lo mismo o peor que aquella pero sigue "viviendo" su día a día, por comodidad, ignorancia o miedo, o por todas, sin entender que su posición impide el parto natural, el de la nueva Venezuela.
No se que tan cerca o lejos está el final y el inicio de la VI República, solo se que entre tanta oscuridad cada gorrita tricolor o franela blanca que sale a marchar, a protestar, así como cada uno uno de los caídos, son focos de luz, que nos hacen tener esperanzas; para ellos todas mis energías positivas, símbolos de reiki, oraciones y toda la buena vibra que pueda enviarles. Son mis héroes.
Y como se que estamos susceptibles, cada vez que alguien hace un comentario desde fuera de Venezuela, se corre el riesgo de la polémica, a lo cual solo puedo decir que cada caso es una historia distinta pero que la mayoría coincidimos en que al marcharnos metemos al país en la maleta y lo desempacamos en el corazón, donde permanece, vive y late en uno.
Aquí sigo contado días y lo mejor aun segundos y minutos, eso se llama vivir el ahora, hoy mi vinito, esposo y unos amigos incondicionales de cuerpo presente, con el resto he hablado, escrito, reído, todos están en mi. Al soplar la vela ya saben cual es mi deseo...nos vemos y happy birthday for me!
Hoy no es un día para celebrar en grande como quizás fueron mis cumpleaños anteriores, no por estar lejos de los míos porque aun en la distancia estamos siempre muy cerca, sino porque ante tanto dolor en Venezuela lo único que puedo hacer es solidarizarme con ella, en medio de este parto traumático y doloroso en que se ha convertido el renacer de la Democracia.
Y es un parto traumático porque solo puja una parte de la población, esa que se enfrenta cuerpo a cuerpo con los agresores, la que reta, la que exige, la que está clara en sus derechos, porque la otra parte sufre lo mismo o peor que aquella pero sigue "viviendo" su día a día, por comodidad, ignorancia o miedo, o por todas, sin entender que su posición impide el parto natural, el de la nueva Venezuela.
No se que tan cerca o lejos está el final y el inicio de la VI República, solo se que entre tanta oscuridad cada gorrita tricolor o franela blanca que sale a marchar, a protestar, así como cada uno uno de los caídos, son focos de luz, que nos hacen tener esperanzas; para ellos todas mis energías positivas, símbolos de reiki, oraciones y toda la buena vibra que pueda enviarles. Son mis héroes.
Y como se que estamos susceptibles, cada vez que alguien hace un comentario desde fuera de Venezuela, se corre el riesgo de la polémica, a lo cual solo puedo decir que cada caso es una historia distinta pero que la mayoría coincidimos en que al marcharnos metemos al país en la maleta y lo desempacamos en el corazón, donde permanece, vive y late en uno.
Aquí sigo contado días y lo mejor aun segundos y minutos, eso se llama vivir el ahora, hoy mi vinito, esposo y unos amigos incondicionales de cuerpo presente, con el resto he hablado, escrito, reído, todos están en mi. Al soplar la vela ya saben cual es mi deseo...nos vemos y happy birthday for me!
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| Desde Miami mi primera torta...hijas, sobrina, comadre, amigos |
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