Nada trivial.....Prem Rawat

Un poeta indio dijo una vez que los seres humanos tienen toda la riqueza que podrían desear, pero que no lo saben. El infinito se haya en el corazón de cada uno, y cuando lo reconocemos, todo cambia, todo se vuelve hermoso. Al no saber lo que tenemos, nos medimos por lo que no tenemos. Y nos han dicho que si conseguimos esto, aquello y lo otro, seremos felices. Conozco a una persona que tenía mucho éxito, y en una semana todo cambió radicalmente. Pasó de encontrarse en la cima de su juego, a no ser nadie. Hasta se quedó como ido. 
Sé que recluir a una persona y dejarla incomunicada se considera como el castigo más duro, porque somos animales sociales. ¿Qué pasaría si tuvieras que estar solo contigo mismo? ¿Cómo sería? Has hecho las paces con tu existencia? ¿O te verías acosado por preguntas que no querrías que te hicieran nunca pero que las llevas en tu interior; acosado por la oscuridad de lo desconocido, de tus miedos?
Todo el mundo tiene miedos. Está el miedo al fracaso: cómo te ven los demás, qué piensan de ti tus colegas, tus vecinos, el mundo. Pero, ¿has aprendido a vivir contigo mismo? ¿Te has relacionado con ese ser humano que eres tú? ¿Cuál es tu valor como ser humano? Te juzgas a ti mismo según todas las escalas que los demás ponen ante ti: “Lo importante es esto, y esto y esto”. Y tú dices: “Veamos en qué punto de la escala me encuentro”. Y eso se convierte en la medida de tu éxito. Deshazte de esa escala. No la necesitas, porque es relativa. Puede que te sientas de lo más triste, pero según esa escala sigues en la cima.
Así que, ¿hasta qué punto eres estable? ¿Hasta qué punto es estable tu casa? En lugar de perder el tiempo intentando medirla, refuerza tu casa, porque la tormenta va a venir. Puede que sea una tormenta pequeña o puede que sea una grande, pero si tu casa es fuerte eso es irrelevante.
La fuerza interior es la que aguanta. La persona de la que hablaba lo tenía todo. Lo único que necesitaba era fuerza interior. Pero cuando su castillo de naipes se desmoronó, cayó con él. Su casa no era fuerte. Si hubiera tenido esa fuerza interior, todo habría ido bien. Habría sido feliz. Aún no es pobre, pero no es ésa la cuestión, porque esa escala va a fluctuar. La cuestión es, ¿fluctuarás tú con ella?
No te juzgues a ti mismo por lo que el mundo te haya hecho o por lo que te diga, ni por lo que ha ocurrido o dejado de ocurrir. Estás vivo. Respiras. Y como respiras, eres rico, no pobre. Has recibido un regalo fabuloso. El mismo poder que sustenta el universo entero te sustenta también a ti, y eso es algo que ni siquiera puedo intentar medir.
Conozco la palabra “infinito”. No puedo medirlo, pero lo puedo sentir, porque ese infinito también está dentro de mí. Y ésa es mi fuerza. El universo respira; se contrae y se expande, se contrae y se expande. Está vivo. Hay algo que lo mantiene todo intacto. Y por gentileza de esa misma cosa, el aliento entra en ti. La mayoría de la gente no le presta atención: “¿El aliento? ¿Qué es eso del aliento?”. Pero en lugar de ignorarlo, siéntelo.
Esta cosa llamada “vida” ha sido descrita como un portal, como una entrada. Es lo más cerca que pueden estar lo infinito y lo finito. Y aquí, en esta vida, lo finito puede experimentar lo infinito. Igual que en el espacio, al final lo infinito consumirá a lo finito. Éste volverá a ser polvo, pero lo infinito permanecerá.
Pienso que eso es increíble. Ahí fuera tenemos un montón de nada. Y de pronto hay algo, que es realmente algo. Y luego, un montón de nada otra vez. Expandiéndose y contrayéndose. Respirando, existiendo. Desapareciendo y volviendo a aparecer, colisionando y convirtiéndose en algo diferente. Es fantástico. Asombroso. Estás aquí; eres algo. No lo compares diciendo: “Es algo tan trivial”. En este universo no hay nada trivial, nada. Ni siquiera el polvo, porque eso es todo lo que hay: polvo compacto o polvo suelto. Tú eres polvo. Pero es algo, ya no es la nada.
Así que deja tu confusión, tus dudas, tu sufrimiento. No estés siempre preocupado: “¿Qué va a suceder? ¿Adónde voy?”. Eso es lo que llevas preguntándote toda tu vida. La gente tiene muchas ideas. Está bien. Yo creo absolutamente que el cielo está aquí. Y no sólo creo, sé que éste es el recipiente que puede sentir la belleza del cielo. Eso es lo que se te ha dado.
Prem Rawat

Comentarios